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Susana Rodríguez

Susana Rodríguez

Tiene 65 años, vive en el área rural del departamento de Salto, en la Colonia Oscar D. Gestido del Instituto Nacional de Colonización, ubicada 23 kilómetros al norte de la ciudad de Salto. Susana la define como “una linda zona, con los servicios básicos para vivir y producir”.

Su infancia 

Su familia está conformada por su esposo Danilo, cuatro hijos (Ignacio, Nicolás, Federico y Agustina) tres nietas y un nieto (María Paz, María Clara, Alfonso y Guillermina) tres nueras y un yerno.

Sus vínculos con el medio rural y la producción familiar

Desde su niñez, se vinculó y fue parte de la producción agropecuaria familiar, “mi familia de origen fueron productores ganaderos, mis bisabuelos eran inmigrantes de Islas Canarias y La Coruña, todos dedicados a la producción ganadera. Así que esta producción y estilo de vida están muy ligados a mi historia”, recuerda.

Susana Rodríguez
Susana Rodríguez

Susana junto a su familia

Fue a la escuela rural, trasladándose a caballo, de primero a sexto año. “Muchos kilómetros de ida y vuelta; empezábamos a cursar primero con siete años. Íbamos todos juntos, hijos de patrones y asalariados, una gran experiencia en muchos sentidos, integración, autonomía, compañerismo y la responsabilidad de aprender y tener buena conducta y buenos hábitos. Una enseñanza rural muy calificada, un solo docente para atender a todos los alumnos, para hacer la huerta con los varones y armar el jardín, que estaba a cargo de las niñas”.

Para cursar la secundaria debió irse a la ciudad, pasando a quedarse toda la semana pupila en un Colegio de Hermanas o Monjas Religiosas, donde solo se quedaban mujeres. Susana nos cuenta que fue “una experiencia fuerte, un estilo de vida diferente, riguroso, pero que lo sobrellevé con resiliencia y responsabilidad”. Su familia le había trasmitido la importancia de estudiar: “éramos siete hermanos, no se nos ocurría pensar en otra cosa”.

Define a su padre como un visionario y a su madre como un canto a la vida, aunque falleció joven. Sus hijos crecieron parte de su vida en la ciudad y los últimos años de secundaria y bachillerato, en el campo. Todos se adaptaron a la rutina de viajar para ir al liceo, levantarse muy temprano y cambiar hábitos. Un aprendizaje que los ayudó cuando se fueron a estudiar a Montevideo y, por decisión personal, estudiaron y trabajaron. Los cuatro terminaron sus carreras terciarias.

 

Su actividad productiva

Actualmente es productora familiar ganadera, se dedica junto a su esposo a la recría y engorde de terneros, en su mayoría raza carnicera. Son colonos del Instituto Nacional de Colonización hace 25 años, en la modalidad de arrendatarios. Hace mucho tiempo, comenzaron con su esposo la producción ganadera, siendo productores sin tierra, en la búsqueda de la posibilidad de acceder a ella y vivir en el campo.

 

“Cuando recibimos el campo lo fuimos poblando con terneritos de la raza Holando que le comprábamos a tamberos; en esa etapa hacíamos cría y recría, yo atendía la cría de guachos, una tarea linda, que la hice con gusto, pero con el tiempo cansa”, relata Susana.

 

Por tanto, fueron organizando la compra de terneros deslechados. Hoy hacen la reposición con terneros promedio 170/200 kg. Su esposo Danilo organiza con eficiencia la nutrición y carga animal del campo, ya que poseen un área chica.

Danilo se encarga de la organización del trabajo de campo y Susana colabora, responsabilizándose de otras tareas “además de las clásicas pertinentes a la casa y su entorno, dedico tiempo a la actividad gremial, integro la Comisión Directiva de la Sociedad de Fomento Rural Colonia Oscar Gestido, en el cargo de secretaria, soy consejera de Comisión Nacional de Fomento Rural, participo en la Mesa de Desarrollo de Basalto Profundo y, en forma alternada, en la Mesa de Producción Intensiva”.

 

Participación en el Sistema de Fomento Rural

Desde el año 2006 está vinculada a la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR); anteriormente ya integraba un grupo de productores ganaderos/lecheros y participaba como referente de Salto en la Red de Semillas Criollas.

En el 2004 se da el proceso de reactivación de la Sociedad de Fomento Rural (SFR) Colonia Oscar Gestido que hacía ya unos años se encontraba sin actividad. Susana valora que “CNFR tuvo un rol importante en este evento, nos apoyó el ex consejero Walter González y, muy especialmente Gustavo Pardo, un referente y amigo a quien extraño mucho. Nos formaron en fomento rural, fundamental para directivos de las organizaciones de productores (SFR), una actividad voluntaria y sin experiencia en la gestión de estas instituciones. Fue una experiencia bien interesante, con dificultades al principio, especialmente en la convocatoria de los vecinos”.

Los primeros temas que aparecieron como inquietudes fueron: caminería, limpieza de tajamares, abigeato, seguridad en la zona, entre otros. Al principio comenzaron a trabajar en esos temas un número muy reducido de vecinos, pero después se fueron interesando e integrando varias familias, “así logramos hacer la asamblea y seguimos trabajando”.

Susana Rodríguez

Algunas de las acciones de la SFR Colonia Oscar Gestido

En sus inicios, la SFR Colonia Oscar Gestido logró acceder a un proyecto de producción orgánica con la Universidad de la República (Udelar) y a otro con la Intendencia de Salto, en el marco de proyectos BIL (Banco de Ideas Locales). Por otro lado, en conjunto con la SFR Colonia Antonio Rubio y la Universidad de la Republica se “nos cedió la sala de informática y un docente para capacitar en ese tema a productores y sus familias”, este proyecto contó con el apoyo del Instituto Nacional de Colonización (INC) y el Instituto Plan Agropecuario (IPA).

En el 2007, la SFR se presentó a un llamado del INC para un emprendimiento asociativo, logrando la adjudicación de una fracción de campo en Colonia Gral. Líber Seregni. “Un logro importante, especialmente para apoyar al productor de menos área y al productor hortícola/ganadero de menor escala”, comenta Susana.
 

Accedieron a diferentes capacitaciones con la finalidad de integrar a las personas y a los seis grupos que participaban del emprendimiento de la Colonia Gral. Líber Seregni, ya que casi no contaban con experiencia en asociativismo.

 

Luego, la SFR siguió presentando proyectos productivos y sociales ante el MGAP, MIDES, Udelar, “para productores y sus familias, mujeres y jóvenes rurales, eso nos permitió atender demandas de la comunidad”.

Los jóvenes lograron armar un gimnasio en el local de la SFR para uso colectivo de los vecinos y hace poco tiempo formaron una aparcería denominada El Oriental, cuyo ruedo está en el predio de la SFR, desarrollando importantes eventos. “Con los jóvenes tenemos muchas expectativas, son mayoría, muchos demuestran interés por permanecer en el campo, trabajar la tierra y desarrollar un estilo de vida que han elegido. Son dinámicos, aportan ideas y colaboran en las actividades de la SFR y a través de ésta se ha logrado que el INC adjudique dos fracciones a cuatro jóvenes de esta comunidad”.

“Estar vinculada a CNFR ha sido una fortaleza, me ha permitido integrar una red de compañeras y compañeros y trabajar por la producción familiar, con la que me siento identificada”

Mensaje para jóvenes y mujeres

Susana considera que “el camino está marcado, debemos seguir formándonos y trabajando juntos, solidariamente, utilizando las herramientas que nos da CNFR, junto con las instituciones que apoyan con políticas públicas la agricultura familiar”.

 

Específicamente a los jóvenes les dice: “aquellos jóvenes que deciden quedarse en el campo, trabajar la tierra y eligen ese estilo de vida, no descansen hasta lograr sus sueños, acceso a tierra, apoyo técnico y crediticio para los que inician su producción, el asociativismo es una buena herramienta cuando los recursos son escasos. Participen en los espacios para jóvenes, capacitarse es la clave para un desarrollo sustentable en el tiempo”.

 

Las mujeres rurales “tenemos que seguir andando juntas, unidas por las mismas consignas, defender lo logrado, continuar el trabajo colectivo con entusiasmo y objetivos claros para alcanzar las metas que nos hemos planteado. Vamos por buen camino y tenemos todo el apoyo de nuestra institución madre: Comisión Nacional de Fomento Rural”.

“Jóvenes rurales, no descansen hasta lograr sus sueños, participar y capacitarse son clave para un desarrollo sustentable en el tiempo.

 

Las mujeres rurales tenemos que continuar trabajando unidas y colectivamente para alcanzar las metas que nos hemos planteado.

 

Vamos por buen camino y tenemos todo el apoyo de nuestra institución madre: Comisión Nacional de Fomento Rural”

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