Participaron representando organizaciones de la sociedad civil, integrantes de AMRU Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay, Red de Mujeres Rurales, Comisión Nacional de Fomento Rural y CAF - Cooperativas Agrarias Federadas y por las instituciones públicas, técnicos y técnicas de la Dirección General de Desarrollo Rural y Unidad de Género del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y de INMUJERES - MIDES.
Fue la primera reunión, en etapa de repaso del trayecto de trabajo y los diferentes momentos, procesos, productos y documentos que derivaron en la creación de la marca MURÚ Trabajo de Mujeres Rurales. Se hizo una puesta a punto de lo trabajado y se presentó un cronograma de cómo seguirá. Se presentó la Resolución DGDR 03/23 de creación del Registro de la marca MURÚ recientemente publicada, con su respectivo Reglamento de uso de la marca, y los dos anexos, uno el manual de uso de marca y dos procedimiento y habilitación del uso.
Participaron en esta primera reunión, por Desarrollo Rural, la subdirectora Mercedes Antía, Margarita Rodríguez, referente de comercialización, Cecilia Cabrera y Nilson Medina referentes del Registros, y el asesor legal, Germán Echeverría, y Patricia Duarte referente de género del equipo de territorio. Además por la Unidad de Género del MGAP, Paula Florit y Claudia Calache por Inmujeres del MIDES. Y por la sociedad civil participaron: Andrea Vidal de CNFR, María Luisa Villalba de la Red de Mujeres, Karina Kulik de AMRU, Luis Frachia de CAF y Javier Texeira de CNFR.
Mercedes Antía dijo unas palabras en la apertura, y recordó “que esa palabra Murú fue una de las primeras cosas que me enteré cuando ingresé al ministerio y siguió pasando el tiempo, se avanzó y llegó el momento de sacarlo…y deseo éxito para quienes van a hacer que esto realmente funcione…ustedes van a permanecer en el tiempo” dijo dirigiéndose a las representantes de las organizaciones. “Habrá que trabajar mucho para que los productos que lleven esta marca se destaquen en el mercado” remarcó.
Conversamos con María Luisa Villalba, que ha venido trabajando y participando en todas las instancias de la construcción de la marca, como representante de las mujeres rurales y de su organización, en particular, la Red de Mujeres Rurales del Uruguay. Nos contó “comencé en el 2018, desde que empezamos a trabajar, y a pesar que no estoy en la directiva de la Red…las compañeras decidieron que siguiéramos viniendo las dos representantes que ya veníamos en este proceso”. Repasando lo presentado en la jornada, destacó la presentación del reglamento, y “cómo va a seguir esto, la proyección de la implementación, el relanzamiento, el plan de difusión, los productos” que fueron seleccionados en esta primera instancia…e hizo hincapié en la responsabilidad de las mujeres rurales y las organizaciones que utilicen la marca Murú, de la calidad de los productos, “que creo que es una de las cosas más importantes, la responsabilidad de lo que vamos a vender”. Además se comentó sobre la capacitación a los funcionarios que difundan y realicen las gestiones, y las campañas de difusión y sensibilización para las mujeres rurales que decidan usar la marca en sus productos, y para la ciudadanía para que conozca de qué se trata y qué valor tiene la marca Murú Trabajo de Mujeres Rurales.
El camino hacia la construcción de la marca
El Ministerio de Ganadería, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR – MGAP) y de la coordinación en Uruguay de la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar del Mercosur (REAF), inició en 2018 el proceso hacia la construcción, junto a la sociedad civil, de esta marca comercial para identificar los productos y servicios desarrollados por las mujeres rurales del país.
La propuesta recogió las recomendaciones internacionales en torno al activo rol que debe cumplir el Estado en la promoción de la comercialización de los productos y servicios de las mujeres, y a ofrecer condiciones para que las mujeres de la agricultura familiar coloquen su producción en el mercado.
“Murú Trabajo de Mujeres Rurales” supera el recorte de la agricultura familiar, contemplando como población objetivo a las asalariadas agropecuarias y a las mujeres residentes en zonas rurales, y asimismo incorpora la perspectiva generacional en forma transversal. De esta manera, la marca es una herramienta más que contribuye a dar visibilidad al trabajo de las mujeres rurales en los procesos productivos, desde una concepción que reconoce la heterogeneidad de mujeres contempladas dentro del concepto de “Mujeres Rurales”.
